El pasado miércoles 20 de abril de 2022, en las instalaciones de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Soya (Fenalce) el Representante en Colombia del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Humberto Oliveira, y el gerente del gremio cerealero, Henry Vanegas, firmaron la Fase 2 de una Carta de Entendimiento de Cooperación Técnica.
En esta segunda etapa se articularán esfuerzos para fomentar la adopción de prácticas, tecnologías y mecanismos de gestión durante las fases de poscosecha del maíz para reducir los riesgos asociados a pérdida de la calidad e inocuidad. Así, este será un mecanismo para fortalecer a los agricultores en sus capacidades para la comercialización, los encadenamientos comerciales y de adopción de tecnologías.
Las actividades planteadas para en el Convenio, realizadas por Fenalce, se ejecutarán en las zonas agrícolas priorizadas y previamente acordadas, como Granada (Meta), Cereté (Córdoba) y El Espinal (Tolima) y estas se programarán de acuerdo con un calendario también establecido previamente.
Para Henry Vanegas, gerente de Fenalce, es muy importante darle continuidad a este tipo de convenios, pues favorecen el mejoramiento de la producción, la productividad y la calidad del maíz que están consumiendo los colombianos por la vía de las carnes de bovino, cerdo y pollo y huevo, pues la cría de animales es el destino del maíz que se siembra en las zonas anotadas.
Por su parte, Humberto Oliveira indicó que este tipo a alianzas afianza la relación de la entidad del Sistema Interamericano con el Gobierno de Colombia, sus entidades adscritas, los gremios de la producción y los agricultores del país.
Esta Carta de Entendimiento de Cooperación Técnica es la fase 2 de un trabajo previo ya hecho entre IICA y Fenalce durante el año 2021 que tuvo como objetivo fomentar la adopción de buenas prácticas de agricultura, tecnologías y mecanismos para el aseguramiento de la calidad e inocuidad, en función de establecer procesos de gestión de la calidad e inocuidad del maíz que promuevan encadenamientos comerciales y la innovación tecnológica para la producción nacional del cereal.
Como parte de los resultados obtenidos, se identificó la necesidad de fomentar las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) para las etapas de poscosecha, además del diseño de una ‘Caja de Herramientas’ para el levantamiento de información del sistema productivo.
La de este año, según se anotó al comienzo, se ocupará de las fases de poscosecha del maíz.